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Txenga – tu vida, tu estilo

Cuando me enteré que estaba embarazada tenía muy claro lo que quería para mi parto. Quería ser respetada, escuchada, tener tranquilidad y el tiempo que fuera necesario para que mi bebé estuviese preparado para venir a esta mundo y yo pudiera ayudarle , cosa que en el hospital no iba a pasar.

Buscando mucho y barajando las opciones encontré a mujeres sabias, quedamos con Agahte en casa y estuvimos hablando más de 2 horas, nos aclaró muchas dudas, nos explicó como llevan ellas el proceso de parto con respeto y profesionalidad. Cuando ella se fue supimos que queríamos tener a nuestro bebé en nuestro hogar y que quien mejor que ellas podían acompañarnos en es día tan especial.

Después de un contacto constante con ellas, visitas, consejos…. inesperadamente llegó el día. Empecé con contracciones por la noche y durante todo el día siguiente y no se pasaban, pero yo estaba tranquila y seguía con mi vida normal, ya que estaba en contacto con ellas todo el tiempo y me iban tranquilizando y explicando el proceso por el que estaba pasando y Marta se pasó para traerme una homeopatía y para escuchar el corazón del bebé. Hasta que por la noche empezó a ponerse la cosa más intensa y Agathe me dijo que tendríamos fiesta de parto, yo dije….. que? No puede ser, es pronto aún (me quedaban 20 días para salir de cuentas, pero la luna fue más fuerte que las estimaciones). Cuando vi que era el momento, que se iba poniendo todo mas y mas intenso les dije que vinieran. Al estar tan cerca llegaron enseguida. Durante todo el proceso las matronas me apoyaron y me iban informando de como estaba yo y la nena, sin tocar solo por mis expresiones y los latidos de la nena. En los momentos más duros me decían utiliza ese dolor!!! Da las gracias!!! Y me animaban a continuar y no olvidarme de por qué estaba ahí y que es lo que estaba haciendo. Rompí aguas hacia el final.

Mi marido espectacular, si no llega a ser por él no se si lo podía haber hecho (obvio que si, pero fue una gran ayuda), estuvo todo el tiempo dándome masajes y al final era el que me movía y me levantaba para cambiar de postura y descansar entre contracción y contracción, porque yo no podía más. También no me puedo olvidar de mi conejito Rumi, que estuvo durante todo el parto acompañándonos y apoyándome con sus lametones.

Al final cuando ya estaba la cabeza casi asomando, me dijo Agathe toca la cabeza, está ahí!! Que sensación!! Cuando salió la cabecita le limpiaron la carita y abrió los ojos mirándolo todo y dijo mi madre….es una niña!!! y yo pensando pero como lo sabe si aún no ha salido toda….y con la última contracción, salió, nos quedamos exhaustos los tres un rato y todos preguntaban..qué es?….que es? (por que aun no sabíamos que era, si niño o niña) y tarde un rato en mirarlo, por que no podía dejar de mirarle la carita….y por fin lo miré….ES UNA NIÑA!! a las 6:55 que nació Neha, después de 9 horas ya estaba con nosotros.

Mi experiencia fue genial, yo creo que no pudo ser mejor, no me dieron puntos, ni tuve desgarro, estuve tranquila en todo momento, agusto con mi música, la chimenea,  mis seres queridos y unas grandes profesionales. Muchas gracias a todos!!